Por Mayte Suárez ( Reptur España ). Un equipo de espeleólogos húngaros conseguió acceder a la que se considera la sala subterránea de aguas termales más grande del mundo. El descubrimiento fue realizado en la gruta Molnár János, situada en las montañas que rodean Budapest.
El especialista Péter Adamkó explicó que las paredes de la sala se encuentran cubiertas por cristales de calcio, mientras que el lago subterráneo es de 9 metros de profundidad y contiene agua a una temperatura de 27 grados.
La gruta se conoce desde el año 1979 y los especialistas ya la habían localizado gracias a modernos métodos de detección, aunque el acceso a la gran sala no fue posible hasta principios de noviembre.
El hallazgo causó una gran expectativa en la comunidad científica internacional, ya que hasta el momento, no existía en ninguna capital del mundo un lago subterráneo de agua caliente de tales dimensiones.
Zsolt Láng, alcalde del distrito 2, donde se encuentra la gruta, en la parte de Buda de la capital húngara, afirmó que harán todo lo posible para que la Unesco declare la gruta como patrimonio mundial lo antes posible, mientras que el Ministerio de Medio Ambiente prometió facilitar los fondos para su conservación.
La nueva sala es parte de un sistema de grutas de más de cinco kilómetros de la longitud, pero los especialistas han puntualizado que, por el momento, no es accesible para la visita de turistas.
Cabe recordar que la capital húngara se asienta sobre una auténtica reserva de aguas termales, de ahí que en el subsuelo se encuentre todo un sistema de grutas y cuevas de aguas minerales con propiedades curativas y medicinales, de la que se nutren los famosos baños de la ciudad, uno de los atractivos de Budapest.
Según József Nemeth, director de la Oficina Nacional de Turismo de Hungría en España, en el momento actual están registradas 4077 cuevas en todo el país, de las cuales aproximadamente 180 se encuentran en Budapest. La legislación vigente considera a todas las cuevas lugares protegidos.
Con una superficie de 525 kilómetros cuadrados, el Danubio -el mayor río de Europa después del Volga- atraviesa la ciudad de norte a sur, separando la llanura de las colinas: Pest y Buda. Dos tercios de la ciudad ocupan la orilla izquierda del río, la zona más moderna Pest; y el tercio restante corresponde a la antigua y señorial Buda, en la orilla derecha.
Sin embargo el río prodigioso, que impregna de poética personalidad a la capital húngara más que separar, lo que hace realmente es unir las dos antiguas ciudades formando una sola.
La capital Budapest, es rica tanto en atractivos naturales como históricos. El agua es un valor patrimonial al igual que el Danubio, las montañas, las grutas, las termas, y la evidencia de civilizaciones que precedieron a los romanos.
La antigua ciudad de Buda y Aquincum conservan reliquias romanas, y en las termas se bañaban los legionarios romanos donde aún fluyen en manantiales termales.
Budapest conocida como “ el París del Este”, es la única ciudad del mundo con más de 130 manantiales de agua minero medicinal con efectos curativos. Precisamente estos manantiales de aguas termales calientes son uno de los atractivos de la capital húngara, destacando su arquitectura termal influencia de la cultura romana y del más puro estilo otomano, con cúpulas de cobre, bellos mosaicos y el característico remate de media luna en lo alto.
El especialista Péter Adamkó explicó que las paredes de la sala se encuentran cubiertas por cristales de calcio, mientras que el lago subterráneo es de 9 metros de profundidad y contiene agua a una temperatura de 27 grados.
La gruta se conoce desde el año 1979 y los especialistas ya la habían localizado gracias a modernos métodos de detección, aunque el acceso a la gran sala no fue posible hasta principios de noviembre.
El hallazgo causó una gran expectativa en la comunidad científica internacional, ya que hasta el momento, no existía en ninguna capital del mundo un lago subterráneo de agua caliente de tales dimensiones.
Zsolt Láng, alcalde del distrito 2, donde se encuentra la gruta, en la parte de Buda de la capital húngara, afirmó que harán todo lo posible para que la Unesco declare la gruta como patrimonio mundial lo antes posible, mientras que el Ministerio de Medio Ambiente prometió facilitar los fondos para su conservación.
La nueva sala es parte de un sistema de grutas de más de cinco kilómetros de la longitud, pero los especialistas han puntualizado que, por el momento, no es accesible para la visita de turistas.
Cabe recordar que la capital húngara se asienta sobre una auténtica reserva de aguas termales, de ahí que en el subsuelo se encuentre todo un sistema de grutas y cuevas de aguas minerales con propiedades curativas y medicinales, de la que se nutren los famosos baños de la ciudad, uno de los atractivos de Budapest.
Según József Nemeth, director de la Oficina Nacional de Turismo de Hungría en España, en el momento actual están registradas 4077 cuevas en todo el país, de las cuales aproximadamente 180 se encuentran en Budapest. La legislación vigente considera a todas las cuevas lugares protegidos.
Con una superficie de 525 kilómetros cuadrados, el Danubio -el mayor río de Europa después del Volga- atraviesa la ciudad de norte a sur, separando la llanura de las colinas: Pest y Buda. Dos tercios de la ciudad ocupan la orilla izquierda del río, la zona más moderna Pest; y el tercio restante corresponde a la antigua y señorial Buda, en la orilla derecha.
Sin embargo el río prodigioso, que impregna de poética personalidad a la capital húngara más que separar, lo que hace realmente es unir las dos antiguas ciudades formando una sola.
La capital Budapest, es rica tanto en atractivos naturales como históricos. El agua es un valor patrimonial al igual que el Danubio, las montañas, las grutas, las termas, y la evidencia de civilizaciones que precedieron a los romanos.
La antigua ciudad de Buda y Aquincum conservan reliquias romanas, y en las termas se bañaban los legionarios romanos donde aún fluyen en manantiales termales.
Budapest conocida como “ el París del Este”, es la única ciudad del mundo con más de 130 manantiales de agua minero medicinal con efectos curativos. Precisamente estos manantiales de aguas termales calientes son uno de los atractivos de la capital húngara, destacando su arquitectura termal influencia de la cultura romana y del más puro estilo otomano, con cúpulas de cobre, bellos mosaicos y el característico remate de media luna en lo alto.
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